El 16 de septiembre, Gustavo Herrera se integró a los trabajos de la Selección Sub-20 de Panamá con miras al Mundial de la categoría que se disputará en Chile.
Los canaleros debutarán el próximo 27 de septiembre ante Paraguay, y el joven delantero de 19 años se perderá varias semanas de actividad con el Deportivo Saprissa. Su ausencia supone un dolor de cabeza para Vladimir Quesada, justo en un momento en el que el equipo tibaseño necesita afianzar su ataque para retomar confianza en el Torneo Apertura 2025.

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Herrera se aleja de Saprissa en medio de las críticas
Herrera llegó al Monstruo durante el último mercado de fichajes como una joya que ilusionaba, pero su rendimiento no ha estado a la altura de las expectativas. En 12 partidos con la camiseta morada, el ex Sporting San Miguelito todavía no registra goles ni asistencias.
A pesar de que sus cifras generan cuestionamientos por parte de la afición, desde la dirigencia tibaseña mantienen la fe en que su potencial terminará por explotar. Erick Lonnis, más que nadie, ha reiterado que el delantero tiene condiciones y que, tarde o temprano, mostrará el nivel que lo trajo al equipo.
Un mensaje cargado de simbolismo
Mientras Vladimir Quesada busca soluciones en ofensiva, Gustavo Herrera reapareció en redes sociales con un mensaje que no pasó inadvertido. Desde la concentración de la Sub-20 panameña, el delantero publicó en su cuenta de Instagram: “Recuerden a Job. Estuvo bien, luego mal y después mejor”.

La historia de Gustavo Herrera (Instagram).
El pasaje hace alusión al personaje bíblico de Job, descrito como un hombre justo y próspero, que perdió familia, salud y bienes como prueba de fe. A pesar de su sufrimiento, mantuvo su integridad y su creencia en un Dios justo, siendo finalmente recompensado con el doble de lo que había perdido.

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El paralelismo con la situación personal de Gustavo Herrera es muy sencillo de trazar. El atacante reconoce que atraviesa un mal momento en Saprissa, pero confía en que con trabajo y paciencia llegará la ansiada recompensa: los goles que hasta ahora no ha podido celebrar con la S en el pecho.