La participación de Rigoberto Rivas en el Preolímpico de la Concacaf rumbo a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 con la Selección Sub-23 de Honduras está en duda. Reggina no quiere ceder a uno de sus jugadores más relevantes por diferentes motivos, entre los que impera el temor a una gran exposición al contagio de Covid-19; y el desgaste físico que podría traer aparejado un riesgo de lesiones.

No está obligado a prestarlo, aunque diferente será la situación con el torneo ya iniciado. Es que en el medio hay Fecha FIFA, y como los catrachos no participan de las rondas preliminares de las Eliminatorias, pueden convocar al joven futbolista para tenerlo a su disposición tanto para amistosos internacionales como para la clasificatoria a las Olimpíadas.

Lo cierto es que, a menos que se prescinda por completo de Rigo, la escuadra de la Serie B de Italia lo perderá por algunos compromisos. Si lo liberan para la Fecha FIFA, este se podría unir recién para el encuentro ante Canadá. Un día antes, los amarantos recibirán a Chievo Verona, por lo que el tiempo no daría para que pueda jugar ante los que actualmente ostentan el quinto puesto.

A este compromiso también habría que sumarle el que tendrán ante Brescia el 16 de marzo, dos días antes del inicio del Preolímpico, si es que la Reggina envía a Rivas desde el primer instante (panorama poco probable, pero una posibilidad real al fin y al cabo, para visitar al decimo cuarto).

Finalmente, en el caso de que La H llegue a la final, Rigo no podrá tomar parte del Venezia-Reggina del 1 de abril (48 horas después del choque definitorio, aunque con sus dos contendientes ya clasificados a Tokio 2020). Una observación pertinente: los de la ciudad de los canales están segundos.