Siguen declarando futbolistas por la denuncia que realizó Keylor Navas, Bryan Ruiz y Celso Borges contra Juan Carlos Román y Adrián Gutiérrez, ex-directivos de la Fedefútbol, por delito de difamación. Todo comenzó cuando ambos mencionados declararon en un radio que los denunciantes amenazaron a Eduardo Li, ex-presidente de la Federación, que si no echaban a Luis Pinto iban a perder los tres partidos que quedaban de las Eliminatorias.

Esta situación habría sucedido en una reunión que tuvo Li junto a los futbolistas antes nombrados y Álvaro Saborío. El delantero de San Carlos tuvo que ir a la audiencia de hoy y declaró sobre la plática que tuvieron con el dirigente. El ex-Alajualenese respaldó la versión que dio el portero del PSG.

Sobre si existió la amenaza de perder tres partidos consecutivo si continuaba Pinto a cargo, el atacante fue claro: “No eso no se dijo. No, nadie dijo nada de eso. Se conversó que nos parecía a nosotros la continuidad de él y nosotros le dimos nuestro parecer. Dije que la relación estaba dañada”.

Saborío si reconoció que no quería que continuara el entrenador colombiano por el destrato que tenía con varios jugadores de la selección. La propia nutricionista de la Sele respaldó los dichos de Celso Borges sobre que era tratado de gordo por el estratega sudamericano durante los entrenamientos.

Este juicio tendrá para bastante tiempo más. Es claro como se ve la división entre jugadores de un lado y directivos y director técnico del otro. Es difícil explicar como con una relación tan rota entre ambos bandos pudieron lograr hacer historia en el Mundial de Brasil 2014. Algo que, actualmente, parece casi irrepetible.