Rigoberto Rivas es uno de los legionarios más trascendentes que tiene Honduras en la actualidad. Desde que empezó su carrera se ha desempeñado en el fútbol italiano, con ficha del Inter y préstamos de por medio, hasta llegar a su presente: comprado definitivamente por el Reggina 1914, con el que subió de la Serie C a la Serie B y que ahora está segundo, puesto que (de defender o mejorar hasta el final del campeonato) le permitiría ascender a la Serie A.

En la lucha por permanecer en esa posición resulta importantísima la victoria por 1-0 del último lunes frente al Ascoli en condición de visitante. ¿El autor del único gol? El joven catracho de 24 años, que pagó con creces su titularidad en tan importante choque con una soberbia jugada que terminó con la pelota al fondo de la red.

Todo comenzó con un gran pase que rompió las líneas defensiva y quedó en los pies del centroamericano. Logró regatear al arquero, pero se quedó con poco ángulo para ensayar un remate, por lo que llevó la pelota más lejos del arco. Tras ello envió un pase a su compañero, que venía a la carrera y que a un toque puso el balón en el eje del área. Allí la jugada empezó a embarrarse tras la presión rival, aunque el esférico le quedó al latino y de un potente zapatazo venció al guardameta.

Cuarto de hora pasada esa acción, cuando el reloj marcaba los 79 minutos, Rivas salió de cambio para permitir el ingreso de Camporese con el 1-0 aún en el tanteador, uno que no volvería a mutar hasta el pitazo final del árbitro, decretando el triunfo de la institución que en la temporada 2015-16 militaba en la Serie D.

El Reggina suma, con los obtenidos el lunes, 36 puntos en lo que va del torneo (tres menos que el Frosinone, el líder). Ha ganado 11 partidos, empatado tres y perdido cinco; marcando en el proceso 30 goles y recibiendo 16.