Corrían 53 minutos de la final de ida del Apertura 2025 de la Liga Nacional de Guatemala entre Antigua GFC y Municipal cuando se produjo una jugada que terminó cambiando el rumbo de los acontecimientos.
Con los Panzas Verdes ganando por la mínima diferencia gracias a un tanto de Francisco Apaolaza sobre el cierre del primer tiempo, José Mario “Chema” Rosales cometió la imprudencia de cortar un posible ataque de los Rojos con infracción, pese a que ya estaba amonestado.

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El réferi Stib Morales no dudó en mostrarle la segunda tarjeta amarilla y posterior roja, decisión que desató los enérgicos reclamos de los jugadores aguacateros y del público en el Estadio Pensativo.
Así, el entrenador Mauricio Tapia ya sabe que deberá preparar la revancha del próximo sábado 27 de diciembre en el Estadio El Trébol, donde se definirá al campeón de Guatemala, sin una pieza de jerarquía y experiencia en la contención.
Aun así, Antigua no permitió que la inferioridad numérica lo amedrentara. Sostuvo el orden, resistió los intentos de Municipal y, empujado por el aliento de su afición, terminó ampliando la ventaja en el marcador. Fue Óscar Santis quien, desde el punto penal al minuto 78, puso el 2-0 y dejó a Municipal verdaderamente contra las cuerdas de cara al duelo definitivo que coronará al nuevo monarca del fútbol chapín.
Polémica tras la expulsión
La expulsión se produjo tras una falta de Rosales sobre Pedro Altán. Inmediatamente se desató la polémica, ya que un amplio sector sostiene que la acción no ameritaba la sanción que terminó condicionando el resto del partido, considerando que pudo resolverse con una amonestación menos rigurosa.

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Cabe señalar que las decisiones del juez central ya venían siendo cuestionadas desde el arranque del compromiso. En los minutos iniciales, Morales mostró tarjeta amarilla a Nicolás Samayoa por una falta sobre Apaolaza, acción que también fue catalogada como excesiva por buena parte de la afición.





