Hace ya un buen rato que la Selección Nacional de Honduras carece de un goleador de raza que meta miedo a nivel internacional. Desde Carlos Alberto Pavón, la bicolor no encontró un francotirador de esa envergadura, y su lugar en los últimos procesos fue ocupado por jugadores importantes, pero de una escala inferior, como Jerry Bengston o Carlo Costly.

Ante la falta de centro atacantes consolidados tanto en sus equipos como en la seleccion, creo que Romell Quioto podría ser una alternativa para Fabián Coito y la escuadra nacional. Su buen momento en el Montreal Impact donde Thierry Henry lo cambió de posición y lo piso de '9' el ex Olimpia igualó su mejor marca goleadora y demostró que podría ser una variante en esa posición.

 

 

Desde hace rato se sabe que Anthony el "Choco" Lozano se siente incomodo cuando lo ubican como referente de área con la obligación de ser el goleador del equipo. Pese a su gran momento en el Cádiz, el Choco se siente mejor de acompañante, como lo hace con los amarillos donde el referente de área es Álvaro Negredo

Hay que considerar también Jorge Benguché recién llegó al fútbol de Portugal y todavía le va costar consolidarse en el Boavista, en un país que es nuevo para el y en un club que por ahora pelea descenso. Mientras tanto, Bryan Rochez no suma ni un gol en la presente campaña con el CD Nacional; de hecho, está teniendo serios problemas para ganarse la titularidad.

A todo eso podemos agregarle que en Liga Nacional no hay ni un centro atacante que nos dé la confianza de responder en un proceso mundialista, aceptando que el nivel de la misma es cada vez peor. Todos estos atacantes son buenos a mediano o largo plazo, pero todavía les hace falta madurar. 

 

 

 


Por lo tanto, creo que en este próximo partido contra Guatemala, ubicara a Rommel Quioto de centro delantero junto con el Choco Lozano podría ser un experimento interesante y razonable. Tiene velocidad, potencia, y una definición dentro de todo decente. En Quioto podemos tener un gran elemento si, Dios mediante, el logra controlar sus impulsos y controversias extra cancha que nada le han ayudado a lo largo de su carrera. Ojalá así sea.