Anoche, Honduras fue goleada 3-0 por una muy superior selección argentina, que está en la recta final de su preparación para el Mundial de Qatar 2022. Independientemente de esto, quienes asistieron al Hard Rock Stadium de Miami fueron testigos de una práctica poco usual en el fútbol moderno: Héctor "La Perrita" Castallenos le hizo una férrea marca personal a Lionel Messi, siguiéndolo por todo el campo de juego.

Diego Vázquez le indicó al mediocampista de Motagua que le hiciera un seguimiento individual al astro del PSG y este cumplió en la medida que pudo hasta el minuto 76, cuando Rosales entró en su lugar. "Esas fueron las instrucciones y lo que se entrenó. Tenía que hacerlo y creo que lo realicé de gran manera. El entrenador me planteó que iba a marcar personalmente a Messi desde el primer día de la concentración (lunes)", aseguró.

Años pasaron desde la última vez que Messi tuvo que lidiar con un jugador que le "pisara los talones" en todo momento, tal como Reyna a Maradona en el Argentina-Perú de las eliminatorias rumbo a México 86. Los casos más emblemáticos son los de Sokratis Papastathopoulos, quien hizo lo propio en la victoria 3-1 de Argentina ante Grecia en la fase de grupos del Mundial 2010, o Pablo Maffeo, el futbolista del Girona que en 2017 fue designado para anular al '10'.

Precisamente, este último ejemplo se usó para preparar a Castellanos en la semana: Vázquez le "puso un jugador de características muy buenas en el manejo de balón, Jhow Benavídez, a quien le mostraron vídeos de los movimientos que hacía Leo, mientras que a mi me enseñaron cómo un jugador lo marcó en un partido que jugó cuando él estaba en el Barcelona. Me pusieron a hacer esos movivimientos de marcación y yo debía seguirlo (a Jhow), así como ver cómo Leo se perfilaba, que lo hace super bien", dijo.

Tal como le pasó al Girona, el resultado no fue bueno para la 'H'. Aunque esta vez, Messi tuvo mayor incidencia al marcar un doblete de gran factura. Pero antes de que esto sucediera, "La Perrita" y el argentino tuvieron una peculiar charla: "Te seré honesto, esto me lo dijo siendo muy amable y tranquilo: ‘¿Verdad que me vas a seguir todo el partido?’. Yo le respondí con un ‘la verdad que sí, crack’. Leo se sonrió. No me dijo más, de allí de vez en cuando me quedaba viendo como fastidiado (risas), pero no me dijo ninguna grosería", reveló.

"Con él era un duelo mental, no físico. A veces se quedaba en posición offside y me hacía trabajar doble porque debía estar pendiente de achicarlo con la línea de los centrales", comentó Castellanos. Sin embargo, luego de los 90' tuvo su recompensa: "Yo me llevo la camiseta, gané mucho hoy (risas). Al final del partido hicimos contacto visual, y justo le iba a hacer señas para intercambiar la camisa, pero él se acordó y se la señaló ya que antes me había dicho que sí. Se la pedí en el momento en que me preguntó si lo iba a marcar todo el partido".