El presente financiero del Deportivo Saprissa atraviesa uno de sus momentos más delicados en los últimos años. El informe de auditores independientes y estados financieros consolidados al 31 de diciembre de 2024, elaborado por la firma Grant Thornton y revelado por el periodista Ferlín Fuentes, expuso un panorama sombrío para el club más ganador del país.
Según el documento, los morados acumulan pérdidas que ya superan el 50% de su capital social, un escenario que, de acuerdo con Fuentes, incluso abre la puerta a una posible “quiebra técnica”. En la asamblea anual del 31 de julio, la dirigencia presentó los estados auditados y aprobó un aumento de capital de $2,67 millones (₡1.365 millones). Sin embargo, ni siquiera esa inyección parece suficiente para revertir la crisis.
Y mientras en Tibás las cuentas no cierran, en Alajuela se vive una realidad distinta. La Liga Deportiva Alajuelense no solo ha consolidado su músculo financiero, sino que además supera ampliamente a los morados en las dos fuentes de ingresos más sensibles: televisión/alianzas comerciales y venta de productos.
¿Cuál es la diferencia de ingresos entre Alajuelense y Saprissa?
De acuerdo con los estados financieros, la Liga reporta ₡3.939 millones en alianzas comerciales y transmisiones deportivas, contra los ₡3.117 millones de Saprissa. Una diferencia amplia que demuestra que los manudos logran mayor atractivo para las televisoras.
La diferencia es aún más dolorosa en el rubro de merchandising, donde los manudos alcanzan los ₡902 millones, mientras que los tibaseños apenas llegan a ₡90 millones. Estamos hablando de 10 veces más lo que recibe la Liga frente a lo que ganan los morados.

ver también
Saprissa no tiene paz: Fedefútbol hace una revelación que pone a los morados en el ojo de la polémica en Costa Rica
En resumen, Saprissa no solo lucha contra pérdidas millonarias y la presión de la afición, sino que además ve cómo su máximo rival golpea directamente en un terreno clave: la capacidad de generar ingresos. Un contraste que, más allá de lo deportivo, empieza a inclinar la balanza en la eterna rivalidad del fútbol costarricense.