Farlen Ilama fue, en los años 90, uno de esos delanteros imposibles de olvidar: rápido, punzante y dueño de una potencia que marcó una época en el fútbol de Costa Rica.
Nacido en San Isidro de El General en 1972, el ex atacante vivió momentos de gloria en el Deportivo Saprissa, donde ganó dos títulos que aún recuerda con gratitud. “La gente me ha apreciado bastante y les agradezco mucho, porque en el tiempo que estuve en Saprissa di lo mejor de mí para la institución. Fue un paso increíble, quedé campeón nacional y centroamericano, solo me faltó la Concacaf”, rememoró.

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Sin embargo, la verdadera huella de Ilama quedó en su amado Pérez Zeledón, donde formó junto a Taylor Morales una de las duplas más temidas del campeonato tico de los 90.

Farlen Ilama brilló en los ’90 (Facebook).
La caída de Farlen Ilama
Los Guerreros del Sur también fueron quienes tendieron la mano cuando Farlen estaba hundido. Tras retirarse en 2008 con Carmelita, el ex morado fue consumido por el alcohol y cayó en una espiral que lo llevó a tocar el fondo.
“Empecé a tomar viejo, a los 23 años… me sirvieron un trago en una fiesta de final de torneo con Pérez Zeledón y me gustó, lastimosamente”, relató en 2024 en el podcast La Cueva de los Morados. Tras colgar los botines, su adicción “fue peor, porque sentí más alas de libertad y seguí tomando”.

Farlen Ilama fue bicampeón con Saprissa (Facebook).
El golpe que lo obligó a reaccionar llegó en 2018, cuando su hija le pidió que no volviera a ver a su nieto si no lo hacía sobrio. “Primero me enojé… pero ahí quedó la semilla. Después empecé a buscar ayuda”, confesó. Ilama se internó en una clínica de desintoxicación y luego acudió a Pérez Zeledón, donde encontró un espacio para renacer.
Salvado por los Guerreros
Hoy suma casi seis años de sobriedad y un vínculo reconstruido con su familia. “Por dicha le pedí perdón a ella y tenemos una bonita relación”, dijo emocionado. “Los últimos cinco años de mi alcoholismo era un zombie… intenté vender mi casa varias veces; era un indigente con casa, pedía en la calle”, reveló. Pero esta oscuridad quedó muy atrás: hoy trabaja como técnico en las divisiones menores de los Guerreros del Sur, donde se ha convertido en un guía para jóvenes futbolistas.

Ilama sigue trabajando en el club de sus amores (Facebook).

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Ahora, su objetivo es evitar que los juveniles repitan los errores que casi lo destruyen. “Hay muchas cosas que les puedo explicar sobre ciertas situaciones… es parte de mi tarea en la vida, para que ellos tomen una buena decisión”, reflexionó el bicampeón con Saprissa y referente de Pérez Zeledón.





