Guatemala se llevó una terrible sorpresa ayer, cuando en el partido de América contra Olimpia, se observó que Yustin Arboleda le propinó una fuerte barrida a Antonio De Jesús López, todo parecía normal, pero las alarmas se encendieron al ver las evidentes muestras de dolor, cuando el cuerpo médico le colocó inmovilizador y fue retirado en camilla.

Lamentablemente López sufrió una fractura en el peroné, diagnostico que sin duda es grave porque estará cuatro meses inactivo, además hay que tomar en cuenta que necesitará tiempo de rehabilitación y para retomar ritmo futbolístico, confirmando así que será baja para la Selección de Guatemala en sus próximos compromisos.

La ausencia de Chucho sin duda es muy sensible para la Azul y Blanco, porque no hay dudas que es el legionario que tiene mejor equipo, es de los pocos que juega en una liga de primera y porque a la realidad de nuestro futbol, ha mostrado condiciones superiores a sus compañeros, a pesar de los pocos partidos que suma.

López venía de menos a más con la Selección Nacional, comenzó perdido, tímido y con poca participación, pero en estos últimos partidos de la eliminatoria mundialista, se vio a un futbolista participativo, tratando de tomar el rol de líder y en momentos poniéndose el equipo al hombro, algo que sin duda hacía ilusionar de cara a lo que venía.

Tal como lo dijo Amarini Villatoro, Chucho no solo aportaba dentro del campo, también fuera de él, algo que en Guatemala es fundamental, alguien que ayude al camerino, más tomando en cuenta que hace pocos meses tres futbolistas fueron expulsados por actos de indisciplina.

En lo personal, lamento mucho lo que le pasó a Antonio López, porque truncará parte de su carrera futbolística y ojalá no le afecte en un futuro, así mismo porque Guatemala se verá mermada con su ausencia, más con la necesidad que tenemos de jugadores referentes, que no han salido en los últimos años.