La FIFPro, organización internacional que tiene como deber defender los derechos e intereses de los futbolistas en todo el mundo, publicó en el último término un elaborado informe, en el cual segrega a 79 países según la calidad de su certamen doméstico para los jugadores (en orden del mercado interno, las políticas gubernamentales sobre el deporte, la organización, la retribución y cumplimiento en orden de los contratos, entre otros factores).

Entre ese grupo de estudio, hay cuatro países centroamericanos: Costa Rica, Honduras, Guatemala y Panamá. Salvo los ticos, los demás integran el "Cluster F". Es decir, aquellas naciones con peor estadística en el rubro monitoreado. "Mercados de fútbol con condiciones laborales y de gobernanza deficientes, que enfrentan desafíos importantes para desarrollar estructuras profesionales", resume FIFPro a los estados englobados en ese sector.

"Los índices de desarrollo humano y libertad son de los más bajos en la industria", agrega también en otro apartado la entidad. Si nos basamos en el orden otorgado, encontramos que los catrachos están por encima de los otros dos centroamericanos del cuadrante, mientras que los chapines superan a Panamá (que solo supera en la gráfica a Botsuana, Guinea, Macedonia del Norte y Montenegro).

Estructura y estadística del informe elaborado por FIFPro

Estructura y estadística del informe elaborado por FIFPro

Costa Rica, en tanto, fue encasillado en el "Cluster D". Allí están también Chile; Colombia; Uruguay; Perú; Ecuador; Polonia; Hungría y Serbia, entre otras federaciones. Esta zona es brevemente descrita como "un numeroso grupo de mercados de fútbol con inestabilidad económica, a menudo emparejada con deficiente gobierno y condiciones de empleo".

La élite de este estudio, el Cluster A, está compuesto por las cinco grandes ligas del fútbol mundial: España, Italia, Francia, Inglaterra y Alemania. El mejor de la Concacaf, conforme a estos criterios, está en el "B": Estados Unidos.