¡Es un escándalo mundial! Debido a un comentario racista por parte del cuarto árbitro, el partido entre el PSG (con Keylor Navas en el arco) y Basaksehir por la sexta y última fecha de la UEFA Champions League fue suspendido, cuando corrían apenas 15 minutos del primer tiempo. El mismo destinó ese improperio a un ayudante del banquillo local.

"¿A quién le dices negro?", vociferó la víctima de aquel calificativo con claros tintes peyorativos. Al poco tiempo, un tumulto se formó alrededor del juez principal, con futbolistas de un equipo y otro exigiendo que su compañero de terna no siga en el encuentro, so pena de descontinuar el duelo.

 

Lejos de ser una mera amenaza, Basaksehir concretó su advertencia, retirándose del campo de juego un puñado de minutos después. "Esto no es fútbol", comentó uno de los jugadores que defendián la camisa naranja mientras se dirigía visiblemente furioso a los vestuarios, lugar al que fueron a parar todos.

 

Cabe destacar que los atletas de la entidad turca no fueron los únicos que enarbolaron el airado, aunque justo, reclamo. Kylian Mbappé también se solidarizó, así como muchos otros de sus compañeros. Hasta entonces este redactor había imaginado una crónica que mencionara juego con pierna fuerte y buenas intenciones de los galos. Pero el fútbol ha quedado al margen. Y mucho.