Néstor Castañeda, presidente de Estadios Deportivos de El Salvador (EDESSA) dio a conocer en una entrevista a la Tribu FM, que al recuperar el dominio del Cuscatlán, lo recibieron con una deuda de más de 300 mil dólares, los cuales se pudieron saldar con dificultades, pero que se analizó que este fuera cerrado.
“Nosotros como directiva tenemos 10 años de estar al mando, cuando recibimos el estadio Cuscatlán teníamos una deuda de más de 300 mil dólares, nadie quería hacerse cargo del estadio, pero nosotros comenzamos a hacer los contactos, a utilizar el poco dinero que ingresaba, manejarlo de una manera transparente con honradez”, dijo Castañeda.
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“Si no hubiéramos hecho esos ahorros o provisiones, la pandemia nos hubiera obligado a cerrar el estadio, pero gracias a Dios teníamos los alquileres de las antenas de la empresa Tigo, Claro, algunos patrocinadores de vallas espectaculares que de una manera solidaria que nos dijeron que sabemos que no hay espectáculos, pero seguimos con ustedes” , agregó.
El dirigente aseguró que gracias a patrocinios lograron pagar la deuda, pero realizaron un préstamo para no perder el Cuscatlán durante la pandemia. “Tuvimos que sacar un préstamo que rondaba los 800 mil dólares para pagar deudas y poder darle mantenimiento, revitalizar esa vida útil, había que reinvertir al estadio”.
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Por último, Néstor Castañeda comentó que se ha avanzado de gran manera para pagar el préstamo que se usó para saldar la deuda y actualmente se tiene un saldo negativo de 200 mil dólares, los cuales se esperan pagar pronto.