El Salvador finalmente conoció las sanciones que la FIFA le impuso a la Federación Salvadoreña de Fútbol (FESFUT) por las expresiones de racismo que la delegación de Surinam denunció haber recibido el pasado 18 de septiembre, tras el partido por Eliminatorias que la Selección Nacional perdió 2-1.
La FESFUT deberá pagar una multa de 50.000 francos suizos, lo que equivale a $62.715. Ese monto deberá ser destinado a financiar un “plan integral contra la discriminación”. Pero, además, fue obligada a reducir un 15% el aforo aprobado al Estadio Cuscatlán, que albergó el juego contra los surinameses.
Este castigo aplica específicamente “para las gradas detrás de las porterías” en el encuentro contra Panamá del próximo 10 de octubre. Y, sin duda, resultó mucho más leve de lo que se creía en un principio. Aunque por poco no se implicó un revés todavía más duro para Hernán “Bolillo” Gómez y compañía.
¿Por qué la FIFA no cerró el Estadio Cuscatlán?
Rolando González, presidente de la FESFUT, reveló que en un principio la FIFA estaba decidida a vetar el Coloso de Montserrat. Pero, finalmente, suavizó su postura. “De no realizar las gestiones, se hubiera cerrado el Cuscatlán contra Panamá”, explicó este lunes en Fanáticos Radio.

ver también
Ya es oficial: El Salvador informa el castigo que le impuso FIFA para recibir a Panamá y Guatemala camino al Mundial 2026
Este cambio de decisión por parte del Comité Ejecutivo de la institución que preside Gianni Infantino perjudica —al menos en los papeles— y llena de bronca a los dirigidos por Thomas Christiansen: los canaleros registran seis derrotas en seis visitas al reducto capitalino por Eliminatorias desde 1976.
Sin embargo, Panamá llega como favorita. A pesar de los empates con Surinam (0-0) y Guatemala (1-1) en el inicio de la tercera ronda, la Marea Roja puede despertar en cualquier momento. Y los salvadoreños, que vienen de vencer 1-0 a los chapines y caer 2-1 ante los surinameses, están decididos a que no ocurra en el Cuscatlán.