En vísperas de que la Selección de Costa Rica debutara en el Mundial de Qatar 2022, la Federación Costarricense de Fútbol (FCRF) llegó a un acuerdo para disputar un amistoso con Irak a través de la empresa Eurodata Sport, propiedad de Jairo Pachón, representante de Luis Fernando Suárez. El desenlace es conocido: se canceló por problemas con los pasaportes de la delegación y se tuvo que desembolsar una cuantiosa compensación.

Casi tres meses después, Rodolfo Villalobos, presidente de la FCRF, rompió el silencio y se refirió al trasfondo del asunto, reconociendo que se equivocó al haber aceptado el fogueo: "Yo no creo que fuera negligencia, considero que fue falta de análisis, de ir más allá, de pensar en el tema de cruzar una frontera, de falta de experiencia al no haber vivido algo parecido. Porque sino nos hubieran sellado los pasaportes y pasábamos, no estaríamos hablando de este tema. Aquí es un tema de aprendizaje", le aseguró a La Teja.

"No habíamos experimentado eso, cruzar una frontera. Y así lo hice ver en un informe que entregué al Comité Ejecutivo, en el que reconozco que ir a Irak fue un error e hice una serie de recomendaciones para evitar esto en el futuro", admitió Villalobos, quien asumirá como representante de Uncaf en el Consejo Ejecutivo de la FIFA el 16 de marzo, abandonando así su puesto de vicepresidente de la Concacaf (lo asumirá el hondureño Jorge Salomón).

"Todo sale mal cuando en la frontera nos quieren decomisar y sellar los pasaportes, porque eso genera desconfianza (...) Teníamos un compromiso con toda la delegación de que no iba a haber un sello en los pasaportes, porque eso podía tener implicaciones y se empezaron a generar dudas, discusiones y creo que hubo un problema entre las autoridades de Gobierno y las de Migración", contó el jerarca de la FCRF respecto al momento de eclosión.

"Ahí empecé a entender que no era una buena decisión y después, ya más en frío, porque ahí lo único que pensábamos era en devolvernos y luego en rescatar la utilería, porque todo estaba en el otro lado (Irak) y tuvimos que esperar. Mandamos a los jugadores primero y luego el bus donde iba el personal administrativo y periodistas nos quedamos esperando la utilería (...) Nosotros íbamos cargándolas en el bus y volvíamos", detalló Villalobos.

Días después del escándalo, trascendió que la Federación aceptó el fogueo pese a que en el contrato no estaba claro si las autoridades iraquíes iban a sellar los pasaportes. "Luego de analizar que en el contrato que no se pudiera poner eso de los pasaportes, que teníamos que cruzar dos fronteras, uno, con mucha más experiencia en ese tipo de cosas, que no se conocen, claramente tomaría la decisión de no ir".