Lo hizo con motivo de la más reciente balacera que se presentó a las afueras del estadio nacional luego del partido entre Olimpia y la UPN, en la que los Leones Blancos consiguieron el paso a la final de Liga, pero en cuya celebración algunos hinchas se salieron de control.

Tras los disparos, que al parecer provenían de los aficionados del Olimpia, la Policía Nacional tuvo que esparcir gases lacrimógenos para dispersar la trifulca que se desarrollaba entre niños y peatones del común.

Por fortuna no se presentaron pérdidas humanas ni heridos, pero de nuevo el balompié hondureño vuelve a estar en la mira al dejar de convertirse en un espectáculo para volverse un lugar de desmanes y agresiones.

“Ir a un estadio en Honduras es exponerse a las balas, al gas, a la violencia; corre pelitro tu vida y la de tu familia, aficionados y autoridades. Tomemos conciencia. El terror es cada vez más común, urgen medidas de control y prevención”, es el llamado que hace el Diario Diez en el video de distintos incidentes que concluye que “estamos matando nuestro fútbol”.

Ahora se viene la gran final entre Motagua y Olimpia en la que se espera que el público se porte a la altura y que el campeón celebre en paz, mientras el perdedor acepte la derrota con dignidad.