En un partido cargado de emociones, Francia se impuso 2-1 a Inglaterra y avanzó a las semifinales del Mundial de Qatar 2022. Allí se topará con Marruecos, que eliminó a Portugal en el último partido de Cristiano Ronaldo con su selección. Pero la historia pudo haber sido diferente si Harry Kane convertía el penal que tuvo a siete minutos del pitazo final.
Los corazones de la afición francesa se paralizaron cuando el árbitro brasileño, Wilton Sampaio, sancionó la pena máxima a raíz de un claro empujón de Theo Hernández a Mason Mount. El delantero del Tottenham, quien estaba teniendo un gran partido y hasta había descontado desde los once pasos al 54′, asumió la responsabilidad. Pero su disparo se fue por encima del arco defendido por Hugo Lloris .
Lógicamente, a Kane lo invadió la angustia por la oportunidad desperdiciada. Pero Kylian Mbappé, quien hasta ese momento no había sido determinante en el juego, estalló de felicidad. Y si bien la transmisión oficial captó parte de la reacción del atacante del PSG, no lo hizo en su totalidad: duro mucho más y fue aún más eufórica.
“Este Mundial es mi obsesión, es la competición de mis sueños. Construí toda mi temporada en torno a él y me preparé a tope tanto física como mentalmente para ganarlo, que es el objetivo que me fijé aunque todavía está lejos”, había asegurado Mbappé días antes. Sin embargo, con este triunfo, está un paso más cerca de llevar a Les Bleus al bicampeonato del mundo, logro que únicamente consiguieron Brasil e Italia.