Pelé, Diego Maradona, Johan Cruyff, Michel Platini, Zinedine Zidane, Bobby Charlton, Lev Yashin, Franz Beckenbauer, Emilio Butragueño, Marco van Basten, Alfredo Di Stefano. Y entre todos estos monstruos de la historia del fútbol, un salvadoreño: Jorge “Mágico” González. Es el Salón de la Fama de la FIFA.
En 2013, el cuscatleco se convirtió en el primer y único jugador centroamericano en integrar el importantísimo listado junto a los ídolos ya mencionados, en un emotivo acto de investidura que emocionó a toda una región.
Muchos videos con goles suyos se vieron aquella noche en Pachuca, México, donde se ubica físicamente el edificio que se encarga de preservar en la eternidad los nombres de aquellos/as hombres y mujeres que dejaron una importante huella en este deporte.
“Se me complica el poder decir cualquier cosa que tenga sentido. Estoy muerto de nervioso”, había comenzado su discurso el exdeportista. “Esto es muy grande, demasiado grande para mi. Tanta gente exquisita en el mundo del fútbol… Me quedo hasta sin voz. Vuelvo a mi país con gran satisfacción de haber complacido a mi pueblo“, concluyó en aquella ocasión.