El Barcelona es uno de los clubes más grande del mundo. Multicampeón de Europa, poseedor de los mejores jugadores de la historia y uno de los clubes con un presupuesto multimillonario. No importa en que país te encuentres, si decís Barcelona todos van a saber a que te referís. El Barca se ha convertido en sinónimo de fútbol. Pero muchos conocen la historia actual y no desde los inicios del equipo.

Los Culé tiene 121 años de vida y pocos saben la trascendencia que tuvo un guatemalteco en los inicios. Son muy pocos los centramericanos que formaron parte del plantel de este club y este en particular fue el primer en hacerlo. Se trata de Juan de Urralde, nacido en la ciudad de Guatemala el 29 de enero de 1881. Sus abuelos eran españoles y el fue un importante aristócrata que se fue a vivir a Europa de joven.

Fue nombrado Marqués de San Román de Ayala por el Rey de España y fue uno de los socios fundadores del Barcelona FC. Pero la historia no queda ahí, también se convirtió en el primer arquero de la historia del club catalán. Un lujo que se dio por 3 partidos hasta que decidió cambiar de posición y se convirtió en mediocampista. Todo esto transcurrió en 1899, cuando los azulgranas empezaban a dar sus primeros pasos en el fútbol profesional.

Poco sabían de la existencia de este chapín que quedó grabado en la historia de uno de los clubes más grandes de todo el mundo. Ese 29 de noviembre de 1899 que figura en el museo en el Camp Nou tiene el nombre de Don Juan como uno de los primeros jugadores en vestir la gloriosa camiseta del Barca. De ahí en adelante, comienza la historia ganadora y extraordinaria del multicapeón europeo.

De esta manera, Guatemala tiene el derecho de destacar tener al primer centroamericano en jugar en Barcelona, después lo seguirán jugadores costarricenses y ningún otro país centroamericano puede decir lo mismo. Además, tiene a un connacional que fue un protagonista fundamental en la fundación. Pocos países podrán decirme lo mismo y ninguno podra resalta a un compatriota que este a la altura de Juan de Urruela.