Lionel Messi se va del Barcelona. La noticia estalló en toda red social y portal posible, en el mayor baldazo de agua fría en la historia moderna de los culés. Su figura, uno de los mejores jugadores que ha visto el planeta, ya advirtió que no seguirá siendo blaugrana para la entrante temporada 2020/21.

El argentino envió este mensaje a través de Buró Fax, una vía de envío urgente de documentos, en el cual transmitía su intención a Bartomeu de rescindir su contrato en forma unilateral, debido a la existencia de una clausula que le permite hacer uso de esta opción. Razones sobran en la mente del sudamericano.

El primer vestigio podía verse en duras declaraciones que hizo tras perder LaLiga a manos del Real Madrid, cuando antes de la pandemia mantenían una buena ventaja a falta de varias fechas para el final. Ahí advertía que no pasarían de ronda en Champions League jugando como lo hicieron en aquella oportunidad. Doblegaron al Nápoli, pero el bálsamo fue peor que su ponzoñoso destino. Un ponzoñoso destino llamado Bayern Munich.

El 8-2 fue sin duda alguna un gran disparador. Motivó un cimbronazo que acabó en la partida de "Quique" Setién y la llegada de Koeman, quien a su vez le dio salida a varios jugadores del plantel, entre ellos Luis Suárez. Si, el uruguayo que es acérrimo amigo de "La Pulga", algo que no debe haberle gustado para nada.

Su destino ahora es una incognita, aunque las especulaciones están a flor de piel. ¿Se vestirá de citizen junto a su compatriota y amigo Sergio "Kun" Aguero? ¿Se irá al PSG? ¿Vestirá los colores del Inter? El porvenir no logra dislumbrarse, aunque una cosa si logra mitigarse: Lionel Messi no desea permanecer en el Barcelona.