Hace una década atrás, Honduras enfretaba a la que sería la selección campeona del Mundial de Sudáfrica 2010. España terminaría venciendo a la Bicolor por 2 a 0 en un encuentro que terminó siendo más parejo de lo que se esperaba. El combinado europeo llegaba como gran candidato a la competición internacional, tras quedarse con la Eurocopa y parecía que nadie lo podría parar.

Pese a la gran expectativa, los ibéricos arrancaron perdiendo el primer partido por 1 a 0 contra Suiza y parecía que todo se venía abajo. Mientras tanto, los catrachos habían caído por el mismo resultado ante Chile. Llegaban a ese encuentro sabiendo que solo les servía un triunfo y empatar no era opción. Se jugaban todo ambos y los tres puntos valían más que el oro.

Para graficar ese nerviosismo, Iker Casillas compartió una foto hoy de segundos antes de ingresar al césped. El portero subió una imagen con la frase: "Rezando para no fallar ante Honduras". Se veía en sus ojos toda la presión que conllevaba ese encuentro para él y sus compañeros. Tenían que ganar para evitar la decepción de todo su país.

La historia del partido es más que conocido para los aficionados hondureños. El encuentro arrancó parejo, pero a los 17 minutos David Villa abrió el marcador. El selló final del resultado también lo marcó el delantero que jugaba en ese momento en el Barcelona. Fue el tanto que liquidó el encuentro y que terminó resucitando a España.

Lamentablemente, ese también fue el fin para Honduras. La derrota marcaba la ida de los centroamericanos del mundial y todo era tristeza entre los jugadores. Llegaron con las esperanzas altas y en el segundo partido ya las chances de continuar eran prácticamente nulas. De todas formas, el haber aguantado ante la campeona del mundo también se ha convertido en un mérito.