El fútbol centroamericano tiene muchas carencias a nivel de fuerzas básicas. La pobre infraestructura de muchos países es un impedimento para que jóvenes promesas puedan aparecer en cantidad y calidad, para así darle mayor nivel competitivo a cada una de las selecciones nacionales.
 

 


Es por eso que los jugadores "importados" se han convertido en un nicho importante para los directores técnicos. Varios están siempre están al acecho de algún muchacho que, quizás no creció en su país de origen, pero que sí tiene la posibilidad de vestir su camiseta. Tal es el caso del "Chucho" López, mexicano de abuelo guatemalteco que pronto vestirá la camiseta de la azul y blanco gracias a la gestión de Amarini Villatoro.
 

 

 

Jesus López, futbolista del América que jugará para Guatemala.

Jesus López, futbolista del América que jugará para Guatemala.


Sumado a eso, una nueva y gran promesa aparece en el radar para dos países centroamericanos. Se llama Gilbert Fuentes, mediocampista ofensivo de 18 años que ya hizo su debut en la Major League Soccer con el San Jose Earquakes, y que también ha vestido los colores de los Estados Unidos de América.
 

Fuentes es un mediocampista con mucha dinámica, técnica, y creatividad.

Fuentes es un mediocampista con mucha dinámica, técnica, y creatividad.


Pero presten atención, porque estamos ante un caso especial: Fuentes podría optar por dos selecciones de la región, ya que su madre es salvadoreña y su padre es guatemalteco, ambos inmigrantes que se fueron de su país cumplir con el "sueño americano". Sin embargo, por ahora ha estado en la sub 15 y 17 de Estados Unidos, ya que el es nacido en Tracy, California.
 


Lo importante es que sus entrenadores lo describen como un jugador de gran voluntad, capacidad de adaptación, habilidad, y técnica. Fuentes entró a la historia al ser el fichaje más joven de todos los tiempos para los Quakes, luego de firmar contrato con apenas 16 años en enero de 2018. ¿Estará interesado en La Selecta salvadoreña o la Azul y Blanco guatemalteca? No lo sabemos, pero habrá que seguirle la pista.