La directiva merengue estudia la salida de Isco y James, o al menos uno de los dos futbolistas que, consideran, no han sabido aprovechar sus oportunidades.
Ninguno de los dos supo afianzarse en el equipo titular a pesar de la ausencia de Gareth Bale por lesión. Tal es así que Mateo Kovacic terminó por ser el futbolista que más sobresalió, ganándose, más que de Zidane, el cariño de Florentino Pérez, aliado vital a la hora de pelear por un lugar en la Casa Blanca.
Cuesta creerlo, pero a mediados de año podría producirse la salida de al menos uno de éstos dos futbolistas que, en cada pretemporada, amagan con ser los conductores del equipo.
Sorprende la actualidad de Isco, a quien desde su llegada Zidane mimó para convencerlo de que él puede ser la pieza que ensamble mediocampo y delantera. Pero no funcionó, y el de Alcorcón terminó por naufragar en la intrascendencia.
En el caso de James, el entrenador parece tener con él una relación de amor y odio. Un día es duro reclamo, al siguiente demostración de confianza… Y otra vez reclamos.
Este panorama decidió a Florentino Pérez de que es necesario desprenderse de al menos uno de los dos futbolistas, ya que sus fichas son muy altas y que, en su lugar, podría llegar alguno de los nuevos cracks que empiecen a moldear al Real Madrid de Zidane.