El portugués se quedó con el galardón que estrena FIFA y que lo consagra, una vez más, como el mejor futbolista de 2016.
No es ninguna novedad. Incluso da la sensación de que FIFA llegó demasiado tarde al reconocimiento de un jugador que se quedó con todos los premios en el año que pasó. Es por eso que ya casi aburre a todos, menos a Cristiano, claro, y a su presidente Florentino Pérez que infla el pecho cada vez que confirman su teoría de haber fichado para el Real Madrid al mejor futbolista del planeta.
El portugués, ganador de 2016 de la undécima Champions League para el club merengue y de la primera Eurocopa en la historia de la Selección de Portugal, se impuso en la terna final a Lionel Messi, que brilló pos su ausencia en la gala de los premios The Best, y al francés Antoine Griezmann.
Cristiano también había ganado previamente, además del Balón de Oro que le entregó France Football, el Globe Soccer y el premio al futbolista más solidario del año.
Y quedará en la historia por ser el primer ganador del premio The Best, naciente galardón que FIFA estrenó tras su separación de la revista francesa