El primer partido oficial del PSG luego del significativo parón futbolístico a causa de la pandemia del coronavirus COVID-19 estuvo, ciertamente, a la altura de su historia reciente. Por sexta vez en los últimos siete años, la entidad gala se consagró campeona de la Copa Francia, tras vencer por 1-0 al Saint-Etienne.

Keylor Navas fue titular todo el encuentro, en el cual cabe remarcar que no recibió ningún gol en el transcurso del compromiso. Sin embargo, debió usar sus manos con el fin de separar compañeros y rivales, luego de que una acalorada y tumultosa riña se desatara en tres cuartos de cancha contraria.

La discusión se originó luego de una durísima entrada de Loic Perrin a Kylian Mbappe a los 31 minutos del primer tiempo. El árbitro le mostró inicialmente solo la tarjeta amarilla, aunque apoyado por el VAR decidió expulsar al experimentado francés de 34 años, que se fue a los vestuarios entre sollozos.

Sin embargo, esta acción devino en empujones entre ambas partes. Mientras algunos seguían fomentado la discusión y buscando agredir; otros futbolistas, como Keylor Navas, intentaron calmar las aguas y hacer entrar en razón a sus respectivos colegas. En específico, el tico dividió primeramente a Mitchel Bakker y Romain Hamouma.

También debió alejar a Wesley Fofana de Marquinhos, quien no se tomó de buena forma la intención del centroamericano, y le empujó bruscamente la mano en señal de irritación. Si bien persistió en su intención de mermar su enojo, Mahdi Camara lo paró a modo de "déjalo, está cabreado, lo contendremos nosotros".

Un nuevo trofeo vestirá las vitrinas del PSG, aunque próximamente podría verse acompañada de la Copa de la Liga, si es que el próximo viernes derrotan en el partido descisivo al Lyon. Todo esto, antes de los cuartos de final de la Champions League.