La Liga de Honduras atraviesa una preocupante crisis que ha llamado la atención de la Federación, especialmente en el contexto de Centroamérica. A medida que otras ligas de la región experimentan un crecimiento en popularidad y asistencia, la situación en Honduras se vuelve cada vez más alarmante.
Recientes informes del medio Todo Deportes revelaron que el promedio de espectadores en los partidos de la liga ha caído a apenas 1,600 espectadores por encuentro. Esta alarmante disminución no solo afecta el ambiente de los partidos, sino que también impacta negativamente en la economía de los clubes, que dependen de la venta de boletos para su funcionamiento.
La caída en la asistencia ha sido gradual, marcando un descenso significativo en comparación con hace unos 15 años, cuando la promediaba alrededor de 9,000 boletos vendidos por partido. Esta caída en los números generó preocupación en la Federación en este último tiempo.
La situación no solo es preocupante para los clubes, sino que también pone en entredicho el desarrollo del fútbol hondureño en el ámbito regional. Con el auge de ligas en otros países centroamericanos, la disminución de espectadores podría afectar la percepción de la calidad del fútbol en Honduras.
La Federación junto los clubes pondrán manos a la obra para encontrar estrategias que devuelvan la pasión a las gradas. Solo así podrán recuperar la confianza de los aficionados y revitalizar el interés por el fútbol.
La Selección de Honduras puede influir en los aficionados del país
La Selección de Honduras ha tenido un desempeño algo irregular en sus recientes partidos, lo que podría tener un impacto significativo en la relación con sus aficionados. El equipo logró una contundente victoria de 4-0 sobre Trinidad y Tobago, lo que generó un entusiasmo renovado entre los seguidores. Sin embargo, esta alegría se vio contrarrestada por una dolorosa derrota de 2-1 ante Jamaica en la Liga de Naciones.
A pesar de los altibajos, los dirigidos por Reinaldo Rueda mantienen viva la esperanza de clasificar al próximo Mundial. La ambición de alcanzar este importante objetivo no solo motiva a los jugadores, sino que también puede ser un catalizador para reconectar con los aficionados del país.