La Federación Salvadoreña de Fútbol (FESFUT) confirmó este 25 de julio un cambio significativo de sede para dos encuentros de la eliminatoria rumbo al Mundial de la FIFA 2026. Solo el partido contra Surinam se mantendrá en el Estadio Cuscatlán; mientras que los duelos frente a Panamá y Guatemala se disputarán en el Estadio Nacional Jorge “Mágico” González.
La decisión marca un desplazamiento estratégico del principal escenario futbolero del país. El clásico Estadio Cuscatlán, con capacidad para más de 40,000 espectadores, dejará de recibir dos partidos clave de la Selección de El Salvador, que ahora buscará hacer valer su localía en el “Mágico” González.
La sede del Estadio Nacional Jorge “Mágico” González representa un cambio radical en cuanto a infraestructura y capacidad. Aunque más pequeño, el recinto es simbólico para el fútbol salvadoreño y permitirá a la federación facilitar maniobras logísticas y administrativas en estos compromisos.
El partido contra Surinam se mantendrá en el Cuscatlán por consideraciones operativas, mientras que el duelo contra Panamá y ante Guatemala —rivales de peso en la ronda eliminatoria— se trasladan a la sede alterna confirmada por FESFUT en un movimiento que genera debate entre aficionados y especialistas.
Desde lo estratégico, los partidos ante Panamá y Guatemala son cruciales para las aspiraciones mundialistas de El Salvador. Jugar en un escenario diferente podría impactar en la planificación del equipo técnico y en el ambiente de la afición durante dichos compromisos clasificatorios.
El motivo por el que El Salvador no jugará ante Guatemala y Panamá en El Cuscatlán
Concacaf informó que la decisión fue tomada luego de una evaluación de riesgos que incluye un espectáculo musical masivo, el concierto de la banda estadounidense Guns N’ Roses, previsto en el Cuscatlán para el 4 de octubre. La entidad regional recordó que en junio de 2022 un caso similar afectó la calidad del campo, lo que ahora les impide garantizar condiciones óptimas para encuentros de alta exigencia competitiva.
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El anuncio ha generado reacciones encontradas en el país: mientras algunos aplauden la iniciativa de descentralizar sedes, otros lamentan la pérdida de potencial económico y mediático que ofrece el estadio más emblemático de El Salvador. Aún queda por confirmar la asistencia esperada, logística de fanáticos y si este cambio podría replicarse en futuros partidos oficiales.
