La Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol) enfrenta un nuevo reto interno tras la inesperada renuncia de Marcela Trejos, quien ocupaba el cargo de directora de mercadeo, comercial y comunicación. Esta salida, que recuerda los momentos de inestabilidad que vivió Gustavo Alfaro en Ecuador, deja al presidente Osael Maroto sin una de las figuras clave de su gestión.

Trejos, quien fue uno de los fichajes estratégicos de Maroto desde su llegada a la presidencia de la Fedefútbol, anunció su decisión a través de sus redes sociales con una emotiva carta en la que agradeció la confianza que la Federación depositó en ella para liderar diversos proyectos.

¿Qué dijo la directiva de la Federación en su carta de despedida?

“Agradezco a todas las personas de la Federación que confiaron en mí, especialmente a mi equipo: personas talentosas, apasionadas y comprometidas que apostaron por el proyecto, dejando todo en la cancha y haciendo de la marca algo propio”, escribió Trejos.

Y agregó: “Quisiera expresar un agradecimiento especial a los patrocinadores y a las personas detrás de las marcas que confiaron en nuestro trabajo, permitiendo acercar estas marcas a la gente a través de lo único capaz de mover las emociones más profundas: el fútbol, la Sele”.

La salida de Trejos no solo afecta el engranaje comercial de la Fedefútbol, sino que también pone presión sobre Maroto, quien deberá apresurarse para encontrar a su reemplazo en un momento crucial para el desarrollo de la marca y la relación con los patrocinadores. Su renuncia, inesperada pero respetuosa, llega en un momento donde se requería estabilidad para enfrentar los desafíos venideros.

Este episodio recuerda el difícil momento que vivió Gustavo Alfaro cuando dirigía a la selección de Costa Rica, donde situaciones imprevistas y decisiones institucionales inesperadas impactaron su proceso. Al igual que con el argentino, Maroto deberá maniobrar con habilidad para cubrir esta vacante crucial en el equipo administrativo de la Federación y asegurar que el proyecto continúe sin perder el impulso que Trejos había generado.