El año no comenzó para nada bien para Costa Rica, que llegó a alcanzar el triste récord de casi dos años sin conseguir una victoria. Tras el mal desempeño en la Nations League y también en amistosos, Ronald González perdió su cargo y terminaron llamando a Luis Fernando Suárez para que se siente en el banquillo.

La llegada del colombiano renovaban las esperanzas y tuvo un buen arranque en la Copa Oro con puntaje perfecto en la fase de grupo ante Guadalupe, Surinam y Jamaica. La ilusión se empezaría a borrar con la triste caída en octavos ante Canadá y empeoraría con el pésimo desempeño en las Eliminatorias Concacaf.

Los ticos comenzaron pésimamente la clasificación para Qatar 2022 y actualmente están quintos a 5 puntos de los puestos de repechaje, en donde están Panamá y México con el mismo puntaje. No parece tanto, pero el flojo desempeño hace que los aficionados no se ilusionen tanto con poder alcanzarlos.

A estos problemas dentro del campo de juego hay que sumarle los conflictos externos. El entrenador desmereció el trabajo de Manfred Ugalde, llamado a ser la gran joya del fútbol tico, y el futbolista del Twente de los Países Bajos anunció que no jugará en la Sele hasta que se vaya el sudamericano.

Para el 2022, la Federación deberá empezar a replantearse la necesidad de una importante renovación generacional y el cuidado de sus más jóvenes estrellas. Manfred Ugalde, Alonso Martínez, Randall Leal, entre otros son claras muestras de que hay materia prima para ilusionarse en un futuro.