El mundo entero está ingresando en una gran cuarentena obligatoria. Casi todos los países han cerrado sus fronteras y obligado a la gente a quedarse en su casa. Una medida que busca evitar la propagación del coronavirus por el territorio. Pero esas medidas traen sus efectos colaterales, a nadie le gusta estar tanto tiempo aislado y más aún si lo hace en un lugar que no es el tuyo y sin tu familia.

Esto es lo que le sucede a Alfredo Mejía. El hondureño juega en el Levadiakos de Grecia y se encuentra allí. Dio una entrevista vía skipe y contó como está viviendo esta rara situación. Al mediocampista lo obligan a mantener una rutina de entrenamientos que le pasó el preparador físico para no perder su buen estado. En Europa se cree que el fútbol volverá a mediados de agosto o hasta más tarde, dependiendo el país.

"Estamos tratando de tener tranquilidad y de que pase este feo momento. No me han hecho ninguna prueba de coronavirus y no presente ningún síntoma, por suerte. El equipo nos envió un programa de trabajo para hacer en casa", declaró en charla con Legión Catracha. Al futbolista de 30 años se lo vio bastante afectado con la situación, pero con esperanzas de poder salir de esta tragedia.

"En casa leemos y los niños ven la tele. Comparto algún videojuego con los compañeros. Le recomiendo a la gente que se quede en casa, que comparten tiempo con las familias y teniendo los cuidados necesarios", cerró el hondureño. Es uno de los tantos catrachos por el mundo que están siendo afectados por es pandemia. El aislamiento los ha obligado a mantenerse en un país que no es el suyo.

Pese a todo esto, reciben el apoyo de sus seres queridos y cumplen con quedarse en su casa para evitar contagiarse. Hay que pensar que un días más encerrado equivale a un día menos. Y que la mejor vacuna para evitar la propagación del COVID-19 es no salir y, en caso de no tener otra opción, higinisarse bien. El jabón y el alcohol son los mejores remedios para esta enfermedad.