Honduras está más viva que nunca en los Juegos Olímpicos. Los centroamericanos dieron una muestra de carácter y amor propio que muestra su deseo de seguir luchando en Tokio. Ante una difícil e impredecible Nueva Zelanda, los de Miguel Falero salen con la frente en alto de cara a la final vs. Corea del Sur.

Si bien un empate les dejaba con vida en el grupo que comparten con Rumania y el conjunto asiático, Honduras sabía que para empezar a depender de si mismo tenía que derrotar a una Nueva Zelanda a la que la igualdad le dejaba prácticamente en cuartos. Hubo que sufrir y mucho para llegar a una victoria que hará un clic en el grupo.

Lejos de esperar a su rival, los oceánicos salieron a por todas con un Cacace que a los 10 minutos ponía el 1-0 en Tokio. Nueva Zelanda dominaba psicológicamente el encuentro y si bien Honduras o intentaba por todos lados, el primer tiempo se moría con un resultado que significaba el fin de la aventura en los Juegos.

Luis Palma, principal figura de los catrachos, dirigía a los suyos en el final de la primera parte hacía un empate merecido y necesitado por Honduras. La salida de los centroamericanos hacía el túnel dejaba en claro que tenían la sangre en el ojo y que saldrían a por todas en el complemento, donde las cosas tampoco empezaron de la mejor manera.

Amor propio y garra

Chris Wood, futbolista de mayor cache en el encuentro, ponía a los 4 de la segunda parte un 2-1 que dejaba por fuera de todo a Honduras y ponía a Nueva Zelanda en la siguiente fase. 41 minutos quedaban en Tokio, donde hasta ese entonces los hombres e Falero se encontraban con mínimas chances de clasificar.

Había que arriesgar y proponer un golpe por golpe donde la eficacia decidiese al ganador. Tras varios ataques fallados en la última jugada, Honduras mostró todo su potencial y en un lapso de 10 minutos con los tantos de Obregón Jr. y Rivas, quienes aprovecharon los gravísimos fallos de Woud. Falero ganaba la batalla táctica con unos cambios que voltearon un encuentro que permite a los suyos soñar hasta con el primer lugar del grupo 2. Corea del Sur, el último escalón para llegar a cuartos.