El seleccionado que conduce Ramón Maradiaga cayó 3-1 ante Canadá y se despidió de las Eliminatorias sin haber ganado ningún partido en su grupo.
Jugaba el orgullo de decir adiós con un triunfo que no hiciera tan amargo el sabor de boca de una plantilla que convivió contra las adversidades durante todo su camino mundialista.
No se pudo, porque los defectos de La Selecta son muchos más graves de lo que Maradiaga quiso ver y ese fue el principal motivo por el cual no encontró el diagnóstico que pudiera conducir a una recuperación.
Es cierto que El Salvador lo comenzó perdiendo con total injusticia, con un gol de Cyle Larín que se encontraba en claro fuera de lugar, pero nunca contó con las armas necesarias como para mostrar que podría reponerse.
El gol de Ledgerwood terminó de bajar los brazos de los salvadoreños, que lejos estuvieron de poder envalentonarse cuando Nelson Bonilla descontó, porque ya se encontraban jugando con un hombre menos por la expulsión de Darwin Cerén.
Sobre el final del partido, y para marcar las diferencias que existieron entre un equipo desahuciado y otro con ilusiones de clasificar al Hexagonal, David Edgard puso el 3-1 definitivo que mandó a casa a La Selecta con una enorme decepción y un gran trabajo por realizar de cara al futuro.
+Los goles
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