Había mucha tensión en las gradas del Parque de los Príncipes; el equipo local estaba ganando por la mínima, cuando de repente, un error en la salida le costó un penal en contra.
En las repeticiones no quedó claro, ante los reclamos de Thiago Silva contra el árbitro Bobby Madden. Para la mayoría no fue penal, y el futbolista de Brujas se cayó al suelo sólo; sin embargo, no había vuelta atrás.
El juez no se quiso retractar y peligraba el récord invicto en la portería parisina: hasta hoy, el equipo de la capital francesa no había recibido ni un tan sólo gol en contra en los 4 partidos que se han disputado de la Champions.
Era tanto la marca personal de Keylor como el récord y logro del equipo en general, lo que duplicó el festejo del paradón del portero tico. El ex Real Madrid ni siquiera dejó rebote, y el público estalló de júbilo. Tres puntos que se quedan en casa, y una estadística que sigue estando a favor.