Los de Simeone perdieron en Alemania 2-1 pero ganaron en el global para estar en una nueva final de la Champions League. Los colchoneros viajarán a San Siro, porque el fútbol siempre da revancha.
Una obligación para Pep Guardiola, una nueva cita con la historia para Diego Simeone. Así se les presentaban los segundos 90′ de la semifinal por Champions League a ambos entrenadores en el Allianz Arena esta noche.
El primer tiempo del Bayern Munich fue, en competiciones internacionales, el mejor de la temporada. Acorraló de principio a fin al rival -que en la estadística no pisó el área en los primeros 45′- y fue justo ganador parcial, aunque enfrente tuvo a un arquero figura.
Xabi Alonso, con la complicidad fortuita de José María Giménez, abrió el marcador de un tiro libre. La única recompensa que tuvo el español durante el cotejo. En la jugada siguiente pudo estar la remontada, el resultado que obligaba a los de Simeone a salir de su situación predilecta, pero Jan Oblak le detuvo de gran manera un remate desde los doce pasos a Thomas Müller.
Después del descanso, la intensidad no fue la misma por parte del local. Los de Pep Guardiola seguían acorralando al rival, pero sin la efectividad de antes para quebrar la última línea. Y así se lo hizo pagar el rival.
A los 53′, un contraataque letal le daría el tan ansiado gol a los colchoneros. Dos contra dos, Fernando Torres hizo correr un pase en profundidad ante el falso corte de los defensores rivales para que Antoine Griezmann definiera de gran manera ante la salida de Manuel Neuer. Todo era desconcierto en el Allianz Arena, todo era fiesta para los visitantes indeseados.
Cuando restaban veinte para el final, un centro a la cabeza de Arturo Vidal, quien asistió a Robert Lewandowski para el gol, le dio una nueva vida al local. Un final no apto para cardíacos se vivía en la capital de Alemania.
Sin embargo, Atlético Madrid aguantó y pasó de víctima a victimario para vencer con gol de visitante en el global al gigante Bayern Múnich de Guardiola. Simeone y la mitad de Madrid, otra vez a un paso de la gloria europea. Así, irán a San Siro para demostrar que el fútbol siempre da revancha.