El entrenador de Panamá quedó muy conforme no sólo por la clasificación al Hexagonal final, sino también por la producción de sus dirigidos ante Jamaica.

El trabajo y la propuesta con la que Hernán Darío Gómez arribó a tierras canaleras, incluso cuando tuvo que convivir con la crítica constante, empieza a darle los frutos que buscaba. Sin dudas, ya se nota el crecimiento del fútbol panameño, con una selección consolidada pero también con una liga donde pueden encontrarse jugadores de nivel internacional.

Y el primer pasó ya está dado con el ingreso al Hexagonal final de las Eliminatorias de Concacaf, algo que el colombiano celebró, pero sabiendo que el camino es largo todavía: “Si uno quiere ir al Mundial tiene que ganar partidos como éste. El Hexagonal es más difícil, pero hoy sentí que era un partido de Eliminatoria. Lo celebró mucho la gente. No hemos ganado nada, pero estamos felices”, expresó en conferencia.

Cuando me vaya de aquí, me llevaré a Gabriel Gómez a vivir conmigo un año

Otro motivo de celebración para el Bolillo fue el regreso a la selección de Román Torres, que comienza a dejar atrás una lesión que lo tuvo muchos meses postergado: “Román no es sólo futbolista. Lo mismo que Felipe, Gabriel y Blas. Si no ganábamos hoy, nos tocaba irnos a todos de la Sele. Román, con su capacidad de líder, de empuje, no había ninguna duda para que jugara. Se puso zapatos de aluminio, es una fiera”.

Prueba de que el entrenador fue de a poco ganándose el apoyo del pueblo panameño fue la respuesta que tuvo la afición en el Rommel Fernández: “Yo quería que la hinchada cantara más alto el himno. El himno no se oye y se tiene que oír duro. Por qué no se grita el himno. A medida que pasa el partido, me voy metiendo. La hinchada nos abrazó. Nos dio amor, nos dio cariño. Eso para nosotros es importante. La hinchada le ganó a la prensa”, concluyó Gómez.

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