Casi cuatro meses han transcurrido ya desde aquel encuentro entre la Selección de Honduras y la de Estados Unidos en Minnesota. El duelo, válido por la undécima jornada del Octogonal Final de las Eliminatorias Concacaf camino a la Copa Mundial de Fútbol de la FIFA Qatar 2022, es particularmente recordado porque se disputó con un pico de 27 grados centígrados bajo cero.

A pesar de las múltiples advertencias de realizar un partido con ese hostil clima, la sede no fue cambiada. El compromiso se realizó y los locales prevalecieron por 3-0, ante un rival que ya estaba matemáticamente eliminado. En el medio, dos elementos catrachos salieron en el entretiempo por principios de hipotermia, y otro al día de hoy sufre las consecuencias de aquel juego.

Se trata del joven defensor Wisdon Quayé, que se desempeña en el Real España. Durante el choque sufrió una fractura en el quinto metatarsiano del pie izquierdo, aunque no se enteró debido al frío extremo y siguió en cancha. Recién tras el cotejo, en el hotel y con un ambiente más cálido, llegó el dolor. "Se me inflamó bastante, y en el aeropuerto llegó un momento en que ya no podía caminar. Tuvieron que auxiliarme con una silla de rueda", había manifestado.

En diálogo con Diario Diez el zaguero explicó que, aquella lesión que le hubiera demandado de cuatro a seis semanas de recuperación, no termina de curarse por completo aún después de un tercio de año. "Me perdí todo el torneo, se suponía que a esta altura ya estaría bien, pero se ha complicado y estoy esperando recibir el alta", explicó.

Habitual titular por la banda derecha con los catedráticos, Quayé sigue sin ver acción y solo se limita a hacer trabajos de gimnasio, a la espera de poder integrarse (conforme la evolución de su cuadro así lo permita) a los entrenamientos con el resto de sus compañeros.