Una concatenación de hechos sumamente lamentables han tomado lugar en un partido de fútbol en Guatemala. Lejos de ser en el marco de una chamusca (aunque no por ello sería más o menos desdeñable) ocurrió en un duelo de carácter oficial de la Segunda División. Fue en el choque entre Club Social y Deportivo Amatitlán y San Pedro FC por la vuelta de los octavos de final rumbo al ascenso.
Dilia Bradley, árbitra central del compromiso, reportó en el acta tres situaciones gravísimas: un intento de soborno, agresión y hasta amenazas de muerte. La primera tomó lugar “al salir del camerino, previo al inicio del segundo tiempo“. cuando “el delegado de cancha José Lino Solís García, nos dice: ‘Profes por favor no nos perjudiquen, de igual forma si necesitan algo extra para ayudarnos díganos y se los conseguimos‘”.
Lo segundo quedó registrado en video, aunque también lo dejó de manifiesto la colegiala principal: “El guardameta #1 del equipo local, Cristian Estuardo Soto García, junto con el jugador, Cristian Alejandro González Hernández, arremeten hacia mi persona agrediéndome físicamente, desplazándome a la fuerza con su cuerpo hacia tras, empujándome en reiteradas ocasiones de manera desenfrenada, furiosa, agresiva y ofensiva“.
Finalmente, la conminación se despachó señalando que los dos jugadores mencionados anteriormente “y el capitán #23 Esmailin Rodrigo Blanco Melendez patean en reiteradas ocasiones la puerta del camerino diciendo: ‘(…) Allá afuera los vamos a esperar, malditos. (…) Por qué no salen y les enseñamos, nos la van a pagar (…), los vamos a matar, les vamos a enseñar de una vez por todas“.
El comentario de CSD Amatitlán en redes sociales
La institución que terminó eliminada (0-3 en la ida y 3-1 en la vuelta, conformando un global de 4-3) realizó una publicación en Facebook una vez concluida la llave: “Con un arbitraje en contra donde, desde los primeros minutos del partido, nos expulsan un jugador y penal no marcado a favor del equipo pepesquero, termina el partido marcador 3 a 1, el cual no alcanza para la remontada. Nos despedimos con la cabeza en alto y con un trago amargo por el arbitraje, que de verdad fue de lo peor. Gracias a Dios por permitirnos llegar a estas instancias“.
