La tensión en el entorno de Municipal volvió a quedar expuesta la noche de este martes en el estadio Manuel Felipe Carrera, cuando los aficionados escarlatas expresaron su descontento hacia el técnico Mario Acevedo. Los gritos de “¡Fuera Acevedo!” se escucharon con fuerza al término del primer tiempo frente a Real España, encuentro en el que los rojos se fueron al descanso con una desventaja de 1-0 que compromete seriamente su clasificación en la Copa Centroamericana.

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No es la primera vez que la afición manifiesta su rechazo al actual cuerpo técnico. La misma consigna se escuchó el pasado domingo durante el Clásico ante Comunicaciones y, días antes, en el partido frente al Sporting San Miguelito. La reiteración del reclamo evidencia un clima de creciente inconformidad en las gradas hacia la gestión de Acevedo.
El malestar no se limita únicamente a los resultados deportivos. La llegada de Mario Acevedo y su asistente Dwight Pezzarossi fue polémica desde el inicio debido a su pasado como referentes de Comunicaciones, el máximo rival de Municipal. Ese antecedente, sumado a un arranque irregular de la temporada, ha dificultado su aceptación entre la hinchada roja.
Un mal inicio de temporada de Municipal
En el contexto de la Copa Centroamericana, la derrota parcial contra Real España en casa representa un golpe duro a las aspiraciones de avanzar de fase. Municipal está obligado a obtener un buen resultado para depender de sí mismo, por lo que en la segunda parte tendrá que revertir la situación.
La presión sobre Acevedo se intensifica en un momento clave de la temporada. En el torneo local, los rojos se mantienen en la parte alta de la tabla, pero las críticas por el desempeño internacional y la falta de contundencia en partidos importantes están erosionando la confianza en el banquillo.

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De no revertir la situación y lograr la clasificación, el futuro de Mario Acevedo podría entrar en una zona de alta incertidumbre. Mientras tanto, el grito de la afición sigue resonando como un mensaje claro: el romance entre el técnico y la grada aún no ha comenzado, y cada partido parece alejarlo más.