Desde que asumió como entrenador de Costa Rica, Gustavo Alfaro fue en ascenso. Con la difícil tarea de encarar una reconstrucción y renovación del equipo, el entrenador argentino sumó en su camino dos renuncias de peso como las de Keylor Navas y Celso Borges.
Sin embargo, eso lo fortaleció y en la Copa América 2024 lo demostró. Llevó el plantel más joven de la competición y si bien no logró superar la primera ronda, dejó muy buenas sensaciones al empatar con Brasil (0-0) y ganarle a Paraguay (2-1) más allá de haber perdido contra Colombia (3-0).
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Esta gran actuación de La Sele hizo que algunos otros países comenzaran a mirar con buenos ojos al entrenador argentino, puntualmente Paraguay y Ecuador: los dos se quedaron sin técnicos tras la Copa América y el nombre de Alfaro empezó a sonar.
De todos modos, de esos dos equipos el que aparece con más fuerza son los guaraníes, ya que Alfaro ya estuvo en el Tri, al que llevó al Mundial de Qatar 2022. Y de hecho, en Paraguay se ilusionan con tenerlo.
Paraguay está interesado en llevarse a Alfaro. (IMAGO)
El antecedente de Alfaro que preocupa a Costa Rica
El asunto es que si bien Gustavo Alfaro tiene contrato con Costa Rica, eso no fue impedimento una vez en su carrera para dejar plantado a un club que le interesaba más. Ocurrió en 2019, cuando en Argentina se marchó de un día para el otro de Huracán para asumir en Boca Juniors.
Alfaro dirigió a Boca en 2019. (Getty Images)
“Mi contrato no tenía una cláusula de rescisión. No la ponen los trabajadores, sí los empleadores”, explicó Alfaro en su momento para argumentar su salida de un club a otro. “Lo primero que hice fue asesorarme legalmente: mi vinculación laboral con Huracán se regía por el contrato, y todo lo que no estaba en el contrato se regía por la Ley de Contrato de Trabajo”, argumentó el DT.
Y si ya demostró una vez que sabe moverse por los márgenes legales, en Costa Rica no pueden dormir tranquilos.