No hubo remontada para Deportivo Saprissa. Este martes, empató 3-3 (5-6 global) con Philadelphia Union en la revancha por la primera ronda de la Copa de Campeones de la Concacaf 2024 y quedó eliminado. A pesar de que jugó con personalidad en el Subaru Park, la derrota en el partido de ida marcó su destino.

Los Morados rápidamente se encontraron con el penal cuando Glesnes pateó a Javon East al intentar rechazar la esférica. Acción que había pasado desapercibida para el árbitro hondureño Selvin Brown, hasta que la chequeó en el VAR —que intervino en las tres dianas siguientes— y terminó cobrando la pena máxima: Luis Paradela (14′), con un derechazo al ángulo, la cambió por gol.

Sin embargo, el partido era frenético y no les dio descanso. El verdugo argentino, Julián Carranza (16′), volvió a aparecer al conectar de cabeza un potente centro de Sullivan tras ganarle la posición a Arboine. Una vez se dictaminó que no estaba en fuera de juego, la ilusión de la “S” comenzó a tambalear.

Principalmente luego de un error en salida de Jefferson Brenes: Anderson se adentró en el área y sacó un remate cruzado que repelió Kevin Chamorro. El rebote no pudo ser aprovechado por Gazdag, pero el bloqueo de la defensa le sirvió la bola a Quinn Sullivan (26′) y este fusiló al guardamete saprissista para el 2-1.

A pesar de sus errores, los tibaseños estaban haciendo un correcto partido y buscaban el empate con más orgullo que claridad. Hasta que, fruto de un tiro de esquina ejecutado por Mariano Torres, Fidel Escobar le bajó la pelota de cabeza a Warren Madrigal (28′) y el ariete definió de volea a escasos metros del arco.

La intensidad del encuentro se reavivió en el complemento. Cuando parecía que el conjunto de Jim Curtin estaba cerca del gol, con los tiros de Bedoya y Carranza, llegó una mano infantil al borde del área de Glesnes que les salió cara: Mariano Torres (62′) se hizo cargo del tiro libre y, con un trallazo al palo derecho de Semmle, llevó la serie al alargue.

Ambos equipos tuvieron sus ocasiones hasta el cierre del partido, donde el capitán de los tricampeones exigió al portero alemán y David Guzmán se barrió para evitar que Gazdag definiera casi sin ángulo. Jugada tras la cual, para colmo, el defensa Jack Elliott vio la tarjeta roja por una patada de atrás a East.

(Foto: La Nación)

(Foto: La Nación)

Empero, todo este esfuerzo se botó a la basura debido a la desatención defensiva que hubo en el córner de Jack McGlynn: su centro recorrió toda al área y ningún jugador pudo rechazarlo, hasta que Mikael Uhre (94′) apareció completamente solo por el segundo palo y mandó la pelota al fondo de la red.

Las últimas ocasiones claras pasaron por Kendall Waston, quien estaba jugando como centrodelantero: primero Guzmán lo dejó mano a mano e intentó definir por encima de Semmle, pero le faltó altura. Y en el epílogo, un testazo suyo y otro de Ariel Rodríguez se estrellaron en el travesaño en cuestión de segundos.

De esta forma, un año más, el deseo y la ilusión de los Morados por trascender en el plano internacional volvieron a quedar en la nada. Aunque esta vez, quizás, dolió más por la forma heróica en que luchó el onceno.

VIDEO | Así fue la derrota de Saprissa ante Philadelphia Union

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