De Saprissa a Europa, Warren Madrigal dio el gran salto hace algunos meses cuando después de la Copa América 2024 dejó Costa Rica para unirse al Valencia. Allí recayó en el Mestalla, el equipo filial del club que milita en la Tercera División de España, y rápidamente comenzó a ganar notoriedad.

Sin embargo en los últimos días se dio una situación judicial de mucha gravedad que puede afectar su futuro inmediato en el club.

La sanción a Rafa Mir que podría abrirle un lugar a Warren Madrigal

El delantero español Rafa Mir, que llegó al Valencia cedido desde el Sevilla, está en libertad provisional con medidas cautelares por haber sido el presunto autor de un delito de agresión sexual con acceso carnal.

Así, después de haber pasado algunos días detenidos, se ausentó de los entrenamientos del jueves y del viernes y recién este lunes se acercó al club, donde se reunió con los principales directivos.

Rafa Mir estuvo detenido por este caso. (IMAGO)

Rafa Mir estuvo detenido por este caso. (IMAGO)

Luego, el Valencia informó a través de un comunicado que si bien “reitera su firme condena ante todo tipo de violencia en cualquiera de sus manifestaciones”, también “respeta la presunción de inocencia que promulga el ordenamiento jurídico”.

Es por eso que el club, según explicó, “ha decidido tomar medidas disciplinarias”. “Se procederá a abrir un expediente a Rafa Mir al entender que su modo de proceder, en su tiempo de descanso, afecta indiscutiblemente al rendimiento profesional que se espera de él como jugador, dañando además la confianza que nuestra afición tiene en todos sus jugadores”, se explicó en el parte de prensa difundido este lunes.

¿En qué ayuda esto a Warren Madrigal?

Así la historia con Mir, y sumado a que Hugo Duro está lesionado y Dani Gómez tampoco se encuentra pleno, todo esto podría confabularse para que Warren Madrigal, que mostró un buen nivel en el Mestalla y además acaba de hacer un gol con Costa Rica, podría dar el salto al primer equipo.

El entrenador Rubén Baraja, sin dudas, necesita delanteros. Y a Madrigal, de 20 años y con un futuro promisorio, lo tiene bien a mano.