El pasado sábado, el técnico Alexandre Guimaraes de Liga Deportiva Alajuelense sorprendió a todos al repartir pedazos de pizza a los periodistas que esperaban ansiosos su conferencia de prensa después del empate del equipo ante Sporting. Un gesto inusual que buscaba, sin duda, aliviar la espera y fomentar un ambiente más ameno.

Sin embargo, lo que parecía ser un acto de cortesía se convirtió en motivo de controversia y sanción para el club. El atraso en el inicio de la conferencia, sumado al reparto de pizzas, provocó una multa económica considerable para La Liga, según lo anunció el Tribunal Disciplinario de la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol).

¿Cuánto deberá pagar Alajuelense por el Pizzagate de Alexandre Guimaraes?

La multa impuesta asciende a 525.000 colones, de acuerdo con lo establecido en el artículo 61 inciso 1°, por no respetar la política de medios y retrasar la conferencia posterior al partido. Fue un momento muy divertido para todos los que estaban allí, menos para el Tribunal de Disciplina de Costa Rica.

Esta sanción económica representa un duro golpe para el club, que ahora deberá asumir las consecuencias de una acción que inicialmente buscaba ser un gesto de camaradería. No se sabe si se hará cargo la institución o lo pagará el propio entrenador.

¿Cuánto terminó pagando Alajuelense por cada porción de pizza?

Para calcular cuánto costó cada pedazo de pizza en términos de la multa, se realizó un análisis basado en el número de rebanadas y el valor total sancionado. Por cada porción, fueron 20 en total las repartidas, se pagó 26.250 colones. Lo que equivale a 50 dólares cada una.

A pesar de que el departamento de prensa del equipo niega que el atraso se debiera al reparto de pizzas, asegurando que la multa se habría impuesto de todas formas debido al retraso del técnico, la relación entre el gesto y la sanción resulta innegable.

El gesto de Guimaraes, aunque bienintencionado, ha generado un debate sobre la importancia del cumplimiento de los protocolos establecidos, especialmente en el ámbito deportivo. Más allá de la anécdota, esta situación destaca la necesidad de mantener el orden y la puntualidad en las actividades relacionadas con el fútbol, tanto dentro como fuera del campo de juego.