Nació un 1 de septiembre de 1928, desde entonces ha visto el mundo cambiar radicalmente, a través de sus ojos han pasado acontecimientos históricos que pocos podrían contar, su memoria trabaja como un reloj suizo y su amor por Cartaginés es imposible de ocultar.
Su nombre es Marco Tulio Gómez, o “Maco” como le conocen con mucho cariño a este gran señor que recibió en su casa a Fútbol Centroamérica para hablar sobre un privilegio de pocos;su amor por el cuadro brumoso y cómo vivió los campeonatos de 1940 y el de hace apenas pocos días.
Entre uno y otro pasaron poco más de 8 décadas, 81 años para ser exactos, pero ni siquiera ese extenso periodo de espera acabó con el cariño y lealtad que don Maco siente por los colores del equipo de su amada provincia.
UnCartago apasionado
Nacido ycriado en la ciudad brumosa, este ciudadano orgulloso de su “cédula 3” (número de provincia asignado a Cartago en Costa Rica) tiene mucho para contar, sobretodo porque no solo es un ferviente seguidor del Cartaginés, sino porque además fue compañero de equipo y amigo del mismísimo José Rafael Fello Meza, el máximo ídolo del cuadro blanquiazul y cuyo nombre lleva el estadio brumoso.
Don Marco Tulio cuenta con impresionante precisión cómo eran aquellos años cuando -con la juventud a flor de piel- formó parte del equipo juvenil del Cartaginés y compartió en múltiples ocasiones, cancha con el “maestro” Fello Meza.
Con ese equipo de jóvenes, viajó en varias ocasiones a Quepos, Grecia, Parrita y otras zonas de Costa Rica para disputar encuentros en su categoría. Con Fello compartió en juegos amistosos, pero reconoce que Fello ya era un grande del balompié costarricense mientras él hacía sus primeras armas.
Jugaba como extremo izquierdo, una posición que se le daba muy bien, dadas sus condiciones de zurdo nato, no obstante, cuenta que nunca pudo debutar oficialmente en primera división por motivos personales y porque “sinceramente me dio mucho miedo”, expresó en propias palabras.
¿Cómo fue el titulo de 1940?
Sobre el tercer título blanquiazul, recuerda la locura que vivió la provincia en ese momentoe hizo especial referencia a la gigante caravana de personas que recibió a los campeones en la localidad de Taras de Cartago y los acompañó hasta la Basílica de Los Ángeles donde se vivió el festejo principal. “La gente se volvió locaen todo Cartago” destacó.
Este año fue diferente, don Marco Tulio vivióel partido final en casa de su hija, Milagro Gómez, quien colabora en el cuido de su padre;pero doña Milagro reside en Heredia, una condición que le hizo vivir el momento con un poco menos de furor.
Sin embargo, don Maco se volvió viral en las redes sociales esta semana tras este video publicado por sus nietos donde vivió los ultimos momentos del partido en una video llamada con otro de sus nietos, quien no contuvo las lágrimas.
¿Cuál considera la principal diferencia entre el fútbol de aquella época y la de ahora?
Don Maco no titubeó, señaló la parte económica como el gran elemento del fútbol moderno,tildó a la actividad deportiva actual como un “gran comercio” y sin tapujos, enfatizó que los equipos que pueden pagar más son quienes tienen actualmente a los mejores jugadores. Muy distinto al sentimiento de antaño cuando los jugadores “se casaban con la camiseta”
También apuntó que dentro del terreno de juego se ha perdido el respeto,el señorío entre jugadores y hasta con el árbitro, una situación que era poco usual y muy mal vistaen épocas anteriores, donde los insultos no cabían en una contienda deportiva.
Mientras se entrenaba con el equipo juvenil de la provincia, Gómez trabajaba en una zapatería, donde un día, sin esperarlo, lo visitaron don Eduardo Garnier y Pepe Rosés, dos miembros del Club Sport La Libertad, (gran equipo de la época que cuenta con 6 títulos nacionales) para que que este se sumara al equipo.
Con la ilusión de un nuevo reto, entrenó por periodo de 2 meses en el conjunto aurinegro, aunque finalmente desistió pues los viajes desde Cartago hasta Rohrmoser (donde se entrenaban los “Libertos”) resultaban muy complicados y cansados por lo que decidió dejar pasar la oportunidad.
Sus andanzas en el fútbol tienen su raíz más que justificada, pues Ernesto Gómez, señor padre de don Marco Tulio, también fue futbolista, pero no uno cualquiera, sino, de los pioneros del Cartaginés. Don Ernesto (qdDg) formó parte de la nómina del equipo llamado Sociedad DeportivaLos Ángeles, La Puebla, que posteriormente daría paso al Club Sport Cartaginés.
¿Cómo se las ingeniaban para la indumentaria y calzado en aquel tiempo?
Don Marco Tulio recuerda que el equipo brumoso contaba con una cantidad suficiente de zapatos para “repartir” a sus jugadores, pero la prioridad era para los jugadores del equipo mayor y que en repetidas ocasiones lo único que alcanzaba a “agarrar” eran zapatos de varias tallas más grandes.
También destacó que los Padres Salesianos constantemente recogían zapatos de fútbol por toda la provincia para posteriormente llevarlos al club, y estos, usualmente eran los que utilizaban los más jóvenes.
Dentro de su abanico de anécdotas, contó algo que pocos saben;el gran temor a volar que tenía el gran Fello, quien voló con él en varias oportunidades en viajes internos en Costa Rica.
Un temor que no acabó con el paso de los años a pesar de la numerosa cantidad de vuelos que Fello Meza disfrutó a lo largo de su carrera, sobretodo a México, Argentina, Colombia y Honduras, donde prestó sus servicios como jugador.
¿Quienes son los mejores futbolistas que usted pudo ver? (en Costa Rica y el mundo)
En el territorio tico no tuvo dudas; Fello Meza y Alejandro Morera Soto son su elegidos, ambos con una trayectoria envidiable y que marcó toda una época en la historia del balompié nacional.
Fuera de las fronteras ticas, don Maco no pierde el buen gusto por el deporte y de inmediato destacó a Alfredo Di Stéfano como el mejor que sus ojos pudieron observar; en segundo plano mencionóa otro madridista, al hispano-húngaro Ferenc Puskas.
Luego de su aventura por el fútbol, “don Maco” encontró una actividad que desarrolló por más de 30 años y que le sirvió de sustento durante todo este periodo. Inició con la fabricación de guantes para béisbol, de gran diseño y calidad.
Pero con el paso de los años tambiénincursionó enla fabricación de guantes deportivos de todo tipo, entre ellos: boxeo, ciclismo y hasta cascos deportivos.
A sus 93 años, luce en extremo lúcido:las fechas, los números, los nombres y los lugares no le representan ningún problema para él, su memoria es de envidiar, pero no menos que su educación y trato.
Don Maco es un señor en toda la extensión de la palabra, un Cartaginés de los de antes, de los de siempre y quizá es el vivo ejemplo de aquella inolvidable frase del escritor uruguayo Eduardo Galeano:”En su vida, un hombre puede cambiar de mujer, de partido político o de religión, pero no puede cambiar de equipo de fútbol”
