En uno de los fichajes más llamativos para el fútbol costarricense, Liga Deportiva Alajuelense logró concretar el fichaje de un jugador perteneciente al laureado Boca Juniors de Argentina.Se trata de Israel Escalante, atacante de 22 años quien probará suerte en el fútbol costarricense, algo poco habitual para los suramericanos.
Según se indica en medios de comunicación argentinos, Escalante es un jugador con vocación ofensiva, buen regate y penetración en el área, habilidoso,ha destacado en los torneos de ligas menores y es parte de una camada de muy buenos jugadores producidos en la cantera de Boca.
Israel Escalante se entrenó este martes en el CAR (LDA Oficial)
El pibe que llegó a la Liga
El delantero llegó este martes al país y de una se integró a realizar algunasprácticas con el club, además de conocer de forma presencial las instalaciones del Centro de Alto Rendimiento (CAR). “El picante”, como le conocen en su país, llega a la casa rojinegra en condición de préstamo por un año y buscará reemplazar el hueco que dejó la salida de Gabriel Torres y Marcel Hernández.
El suramericano ha jugado la mayor parte de su carrera con el equipo reserva de los xeneizes, sin embargo, ya hizo su debut en la máxima categoría del fútbol argentino contra Banfield y San Lorenzo. También jugó a préstamo con el Independiente de Medellín donde jugó 12 partidos: 10 de Liga y dos por Copa Libertadores.
El ché está acostumbrado a la alta exigencia y a un nivel de competición muy agresivo por lo que se vislumbran cosas positivas del ariete en su paso por Costa Rica, eso sí, tendrá que luchar contra una afición sedienta de logros deportivos y los cuestionamientos a una dirigencia que ha quedado debiendo en títulos a pesar del gran manejo en lo administrativo.
Escalante llega con el beneficio de pertenecer a una de las instituciones más grandes del planeta y con un recorrido más que aceptable para el nivel del torneo tico, sin embargo, serán sus actuaciones en cancha las que definan si su contratación resulta ser un acierto o un golpe más en la cara de los manudos.
