Tras el decepcionante empate 1-1 de la Selección de Costa Rica en su visita a Nicaragua por la primera jornada de la fase final de las eliminatorias rumbo al Mundial 2026, la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol) se movió rápido.

El gran temor de los dirigentes era que el Estadio Nacional de San José luciera semivacío este martes 9 de septiembre, cuando a las 8:00 p.m. (hora de Centroamérica) La Sele de Miguel “Piojo” Herrera reciba a Haití por la segunda jornada del Grupo C.

Osael Maroto, presidente de Fedefútbol, había encendido las alarmas incluso antes del duelo con los pinoleros. “Hoy tenemos colocadas unas 10.000 entradas, poco menos del 30% de la capacidad. Ojalá un buen resultado esta noche motive a la afición para que el martes podamos jugar a estadio lleno”, señaló con preocupación. Sin embargo, el empate en Managua dejó lejos ese objetivo.

La medida que sorprendió a Costa Rica

Ante el panorama adverso, Fedefútbol reaccionó con un gesto de grandeza. A través de sus redes sociales, anunció que los aficionados que viajaron a Managua y no pudieron ingresar al estadio tendrán acceso gratuito al Estadio Nacional para el duelo contra Haití.

Sabemos el esfuerzo que significa hacer un viaje a otro país para apoyar. Por eso queremos mostrar nuestro agradecimiento y solidaridad con los aficionados ticos, que con entrada en mano, no pudieron ingresar al estadio en Nicaragua. La Sele somos todos”, publicó la Federación. La medida no solo calmó los ánimos de quienes se sintieron estafados en Nicaragua, sino que además generó un efecto de motivación entre la hinchada.

Fedefútbol evita un marco desolador

Los resultados no tardaron en llegar. En el programa Seguimos, se anunció el lunes que la Federación ya había colocado cerca de 20 mil boletos, y este martes el periodista Kevin Jiménez adelantó que “va a haber una buena cantidad de gente” en la Joya de la Sabana.

El Estadio Nacional, con capacidad para 42 mil espectadores, difícilmente estará lleno, pero sí se puede esperar un 60% de ocupación. No es la mejor cifra posible, pero representa una mejora respecto a las bajas expectativas que había tras el partido en Managua. Contra Haití, la Sele no tiene margen de error y cualquier apoyo desde las gradas puede ser determinante.