Panamá se juega todo en las últimas dos fechas del Grupo A de las Eliminatorias Concacaf al Mundial 2026: primero visita a Guatemala y luego recibe a El Salvador. Es un tramo final sin red, en el que cada punto puede inclinar la balanza entre el boleto directo y el repechaje.
Concacaf oficializó a El Trébol como sede para la fecha del jueves 13 de noviembre ante Guatemala, por lo que el primer examen será en un estadio exigente y de dimensiones reducidas.
Recordemos que los tres primeros de grupo (A, B y C) clasifican directo al Mundial 2026, mientras que los dos mejores segundos irán al repechaje intercontinental confirmado por FIFA. Hoy Panamá tiene los mismos puntos que Surinam pero es escolta por tener menos goles a favor.
Qué pasa si Panamá le gana a Guatemala
Un triunfo de la Selección de Thomas Christiansen en El Trébol dejaría a Guatemala sin chances alcanzar el primer puesto y a Panamá con la mesa servida para cerrar contra El San Salvador: podría recuperar la cima (según marcadores paralelos) y quedar a tiro de abrochar la clasificación directa en la última fecha. Si además gana con buena diferencia, potenciaría el desempate por diferencia de gol, un factor sensible en un grupo que llegó apretado tras cuatro jornadas.
Qué pasa si Panamá empata con Guatemala
El empate en El Trébol mantiene viva la pelea por el primer puesto y traslada la definición al duelo ante El Salvador. No es el resultado ideal, pero preserva el control: con un buen cierre en casa ante la Selección del Bolillo Gómez, Panamá puede igualmente asegurar la punta. La contracara es que reduce el colchón y lo obliga a competir cada detalle frente a rivales que también llegan con vida.
Qué pasa si Panamá pierde ante Guatemala
Una derrota reabre el grupo y fortalece a sus perseguidores directos, forzando a Panamá a un resultado grande en la última fecha contra El San Salvador. El riesgo no es sólo ceder la cima: también se compromete la diferencia de gol y, por arrastre, el lugar en la tabla comparada de mejores segundos rumbo al repechaje. En ese escenario, el cierre se vuelve de alta tensión y con la calculadora en la mano.
En definitiva, ganar en El Trébol encamina la clasificación directa y permite gestionar el último partido; empatar sostiene la candidatura y deja todo para el partido contra El Salvador; perder comprime la tabla y empuja a un desenlace no apto para cardiacos.
