Una de las mayores polémicas que ha sacudido al fútbol costarricense en lo que va del 2025 gira en torno a dos figuras clave de Liga Deportiva Alajuelense: Celso Borges y su padre, el entrenador Alexandre Guimaraes.
Todo comenzó con la denuncia presentada por la esposa del mediocampista rojinegro, quien los acusó ante la justicia por violencia doméstica de tipo psicológico y económico.

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Lo que más llamó la atención fue que, dentro de la querella, se denunció también una posible evasión tributaria. Según la acusación, Celso habría reportado ante Hacienda un salario inferior al que realmente percibe por parte de su patrono, Alajuelense.
Alajuelense bajo la lupa… y Herediano también
Ante esta situación, el medio La Teja consultó directamente con la Dirección de Inspección de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), que confirmó irregularidades en el equipo de Alajuela, aunque no se refirió al caso específico de Borges.
Según José Eduardo Rojas, director del área, “a finales del año pasado se hizo una revisión específica del patrono, en este caso el club, y se detectó que hubo afectaciones, más que todo con los salarios del personal administrativo”.

Alajuelense está en el centro de la polémica (LDA).
Pero la CCSS también detectó irregularidades similares en el Club Sport Herediano. Las investigaciones revelaron que en el equipo de Jafet Soto “hubo planillas con diferencias de salario”.
Algunas de estas discordancias derivaron en procesos judiciales, aunque Rojas aclaró que recientemente “se habían formulado algunos acuerdos de pago” con el ente estatal.

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En total, las investigaciones por estas y otras irregularidades detectadas en 228 trabajadores de clubes de la Primera División obligaron a los equipos involucrados a cancelar más de ₡157 millones en concepto de diferencias salariales.