El nombre de Róger Rojas es uno que los aficionados de la Liga Deportiva Alajuelense siempre recordarán con cariño. El histórico delantero hondureño, surgido del CD Olimpia, arribó a Alajuela en 2018 y rápidamente dejó huella: fue máximo goleador del Torneo Clausura con 20 goles, siendo el primer futbolista de su país en lograr este honor en el campeonato de Costa Rica.
Además, fue reconocido como el mejor extranjero de aquel torneo. En el Apertura 2018, anotó 27 goles en menos de un año, convirtiéndose en el hondureño con más anotaciones en la historia del club.

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La carrera de Rojas continuó con pasos por Azerbaiyán, Colombia, Cartaginés y Sporting, hasta que recaló en Puntarenas FC. A finales de 2022, tras sentir un cansancio inusual, los exámenes médicos indicaron que sus riñones ya no funcionaban al 100%, obligándolo a dejar el fútbol y someterse a un trasplante.
La operación que cambió su vida
Con 35 años y alejado de las canchas, el oriundo de Tegucigalpa recordó aquel momento tan doloroso en entrevista con El Mundo CR: “Eso lo cala a uno. Mi esposa lo sufrió mucho porque sabe el amor que le tengo al fútbol. Pero en ese momento le di amor y le dije: lo más importante es la salud. Dios sabe por qué pasa todo, y yo me voy a curar”.
En un gesto conmovedor, fue su hermano Luis quien se ofreció como donante de riñón. “Se tardó seis segundos en decirme que sí. Me dijo: no busqués a nadie más, yo quiero ayudarte. Ese es un acto de amor y de hermandad que habla muy bien de él y de la educación que nos dieron nuestros padres”, afirmó Rojas.

Róger Rojas anotó 38 goles en la Liga (LDA).
A lo largo de un año, ambos se sometieron a estudios, exámenes y trámites hasta que finalmente la Caja Costarricense de Seguro Social los recibió en el hospital de Alajuela. El 24 de enero de 2024 llegó el día de la cirugía. Internados en la misma habitación, oraron juntos antes de que Luis ingresara primero al quirófano.
Rojas recordó con emoción cómo una enfermera manuda lo abrazó y le aseguró que todo estaría bien: “Los doctores y enfermeras empezaron a decirme: Róger, lo amamos, los liguistas lo queremos. En ese momento grité: bendita la hora que vine a la Liga”.

La vida de Rojas dio un giro cuando militaba en Puntarenas (Puntarenas FC).
“Ahora vivo con más calma”
Al despertar, lo primero que preguntó fue por su hermano y al verlo sonriente sintió que la vida volvía a empezar. “Ahora disfruto cosas que antes dejaba para después: un café, un partido, el tiempo con mis padres y mis hijos. Antes era más acelerado, ahora vivo con más calma. Este trasplante me cambió por completo”, comentó Rojas sobre su vida después de la operación.

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El ex goleador todavía guarda un cariño especial por la Liga. Allí vivió uno de sus mejores momentos futbolísticos y recibió el apoyo incondicional de una afición que incluso lo acompañó en la sala de operaciones. “Mi estadía en Alajuela fue muy linda, el cariño de la gente es increíble. Hasta la fecha me siguen llegando mensajes. Dejamos esa semilla en el corazón del aficionado manudo, que es imposible de olvidar. Siempre seré liguista”, concluyó Roger Rojas.