La Liga Deportiva Alajuelense dio el golpe en la semifinal y eliminó al Deportivo Saprissa en un clásico vibrante, asegurando así su lugar en la gran final del fútbol costarricense. Con autoridad y buen juego, los manudos dejaron en el camino a su máximo rival y aprovechando el momento un ídolo del club se rindió ante el Machillo Ramírez.
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Wílmer López, ídolo eterno de Alajuelense, compartió con los medios su visión sobre el equipo minutos antes del clásico ante Saprissa por la final de la segunda fase. El exjugador reveló un detalle táctico que ha notado en el trabajo de Óscar “Machillo” Ramírez y que, según él, ha sido clave en el rendimiento rojinegro.
“Una las cosas muy positivas que trajo Óscar a la institución, la mayoría de entrenamientos que ha hecho desde que regresó, los ha hecho acá en el estadio Morera Soto, cosa que tal vez antes no pasaba tan a menudo, se venía esporádicamente y después nada más al partido, eso es algo que marca una diferencia”, aseveró Wílmer López.
Para Wílmer López, la decisión de entrenar de forma constante en la gramilla del Estadio Alejandro Morera Soto es un acierto total. Según la leyenda manuda, eso permite que los jugadores se adapten mejor a las particularidades del terreno, algo que no se logra únicamente jugando los partidos.
“Estar presentes acá todos los días te da claridad sobre las dimensiones, los recorridos y cómo rueda la pelota, que no es lo mismo que en el CAR. Eso marca una diferencia”, explicó, resaltando la importancia de la familiaridad con el entorno de juego.
El Morera como fortaleza: una ventaja que empieza en los entrenamientos
Para Wílmer López, esa conexión diaria con el Morera Soto no solo ayuda a pulir detalles técnicos, sino que también fortalece el vínculo emocional con la cancha. Sentirse “en casa” cada día de entrenamiento, entender cada rincón del terreno y adaptarse al comportamiento del balón sobre esa gramilla, son factores que terminan marcando la diferencia cuando llega la hora de competir.
