Cuando José Giacone asumió el mando de Deportivo Saprissa tras la salida de Vladimir Quesada, heredó un equipo que atravesaba una situación delicada. El grupo no solo venía golpeado por la humillante eliminación en la Copa Centroamericana 2024 ante Antigua de Guatemala, sino que también mostraba un rendimiento irregular en el campeonato nacional.
Además, bajo el mando de Quesada, Saprissa había utilizado muy pocos jugadores Sub-21, lo que había dejado al equipo en peligro de no cumplir con la regla de minutos juveniles.
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Un problema que pudo haber costado caro
Para poner la situación en perspectiva, tras la victoria 3-0 ante Alajuelense en el clásico, el Monstruo aún debía sumar 1.440 minutos juveniles con solo cinco partidos restantes. De no haber logrado este objetivo, la clasificación a la fase final habría estado en riesgo.
Finalmente, Saprissa logró cumplir con la norma gracias a la consolidación de Kenay Myrie, el lateral de 18 años que se convirtió en una pieza clave en el cierre del torneo.
Kenay Myrie apareció cuando el equipo más lo necesitaba (Saprissa).
José Giacone marca la diferencia con Vladimir Quesada
Esta temporada, los números reflejan un cambio de rumbo claro. Contra Municipal Liberia, el equipo de Giacone sumó 156 minutos Sub-21, con la participación de Dax Palmer (66 minutos), Samir Taylor (80) y Albeth Barhona (10).
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Con este aporte, el Monstruo ha alcanzado la marca de 876 minutos juveniles en apenas cinco partidos disputados, quedando solo 564 minutos para cumplir la norma y asegurando ue el equipo no tenga que preocuparse por este tema en el tramo final del torneo.